El programa de reconstrucción de equipos Caterpillar que Finning impulsa como pilar de su compromiso con la sostenibilidad es objeto de críticas cada vez más frecuentes. Aunque la empresa promueve esta iniciativa como una solución ambiental y económica, diversos análisis, y la propia evolución del negocio, muestran que podría tratarse más bien de una estrategia de marketing verde que de una transformación genuina.
Por Sergio Álvarez
El programa de reconstrucción de equipos Caterpillar que Finning ha puesto en marcha presenta muchos interrogantes y dudas
Finning ha estado en Arminera 2025 y ha recibido fuertes críticas con respecto a su nuevo programa que ha lanzado de reconstruccion de equipos Caterpillar.
La empresa ha hecho públicas varias iniciativas orientadas a mostrar su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono. Sin embargo, al analizar con mayor profundidad estas acciones, surgen argumentos que cuestionan su efectividad real y revelan que podrían responder más a una estrategia de marketing verde, que a una transformación genuina del modelo de negocio.
La reconstrucción de equipos no resuelve el problema de fondo
Finning sostiene que su programa de reconstrucción de equipos Caterpillar permite reutilizar hasta un 65% de repuestos, evitando emisiones de CO₂. Si bien esta cifra parece positiva, el enfoque se limita a prolongar el ciclo de vida de una maquinaria cuya fabricación y operación sigue siendo intensiva en carbono.
Los equipos CAT siguen siendo de los más contaminantes en el mercado al seguir utilizando combustible fósil y no dar el salto a otras alternativas
Además fuentes consultadas al respecto y especialistas en la materia argumentaron que:
•La reconstrucción no elimina la necesidad de componentes nuevos ni de combustibles fósiles. Solo retrasa la compra de nuevos equipos.
•No hay auditorías independientes públicas que validen los supuestos ambientales de las cifras comunicadas por Finning (como los 108.000 kg de CO₂ ahorrados en la reconstrucción de un D11T).
•El uso prolongado de equipos antiguos puede implicar tecnología obsoleta con menores estándares de eficiencia energética.
Equipos “más limpios”, pero aún contaminantes
Finning promociona su oferta de maquinaria con tecnología Tier 4 o híbrida como un avance. No obstante los ingenieros consultados por Acero y Roca nos comentaron que:
•Estas tecnologías, aunque mejores que versiones anteriores, siguen funcionando con combustibles fósiles. No representan un salto real hacia la descarbonización.
Finning ha lanzado una campaña «amigable con el medio ambiente» pero sus mediciones publicadas nunca han sido presentadas como auditadas por empresas externas, lo que genera dudas en los usuarios.
•La transición hacia maquinaria eléctrica o de cero emisiones es aún marginal en su catálogo.
•En minería, el 90% de las emisiones sigue vinculado al uso intensivo de diésel, y Finning es un proveedor clave de ese parque de maquinaria tradicional.
En palabras de los técnicos consultados, «cambiar de maquinaria contaminante a maquinaria un poco menos contaminante, no es sostenible; es una forma de postergar el cambio estructural.
Optimización de mantenimiento: ahorro interno más que impacto ambiental
Reducir el uso de aceites y mejorar los intervalos de mantenimiento puede tener beneficios logísticos y financieros, pero:
•Estos esfuerzos parecen centrarse más en mejorar la eficiencia operativa que en mitigar emisiones a gran escala.
•Las cifras presentadas (como la reducción de aceite usado en una faena minera) son casos puntuales, no políticas corporativas sistematizadas.
•No hay compromisos públicos firmes de Finning sobre emisiones absolutas, uso de energías renovables o metas de descarbonización con plazos definidos (como sí lo hacen otras multinacionales del sector).
Contradicciones con sus operaciones y reputación interna
Finning Argentina no está teniendo los resultados proyectados hasta ahora en lo que va de año, a pesar de las grandes campañas publicitarias en las que esta invirtiendo
Finning hoy por hoy continúa siendo una empresa ligada estructuralmente al negocio fósil, y su core business sigue siendo la venta, arriendo y soporte de maquinaria pesada a industrias de alto impacto ambiental como la minería y la construcción.
En plataformas como Glassdoor, la empresa obtiene una calificación promedio baja (~3,5/5), con numerosas críticas internas por falta de liderazgo, nulo reconocimiento al personal, problemas con la gestión de cambios y rotación alta. Esto pone en duda que una empresa con problemas estructurales internos esté en condiciones de liderar una transformación sostenible profunda.
Competencia que avanza, ventas que retroceden
El contexto comercial tampoco favorece a Finning. Marcas asiáticas como KOMATSU ,SANY y XCMG están ganando participación en América Latina gracias a precios más competitivos, buena disponibilidad de repuestos y soporte técnico eficiente.
Las marcas asiáticas están copando el mercado latinoamericano ofreciendo equipos más amigables con el medio ambiente y mejores condiciones post venta
En paralelo, Finning experimenta retrocesos: En el Q1 2025,primer trimestre del año, Finning reportó una caída del 14% en las ventas de equipos nuevos en países como Canadá, atribuida a la demora en las entregas de sistemas de energía y a la menor actividad en el sector de la construcción , esto origino que el EBIT ajustado cayera 19%, señalando un problema estructural de rentabilidad.
También se detectó una presión en los márgenes de Beneficio. El margen bruto de ganancias disminuyó en 70 puntos básicos debido a menores márgenes en el segmento de soporte de productos. Además, el margen EBIT ajustado cayó al 8.5%* (desde el 8.7% en Q1 2024).
Contexto financiero complejo y campaña boomerang
Con este panorama, son muchas las voces críticas del sector que ven que más que un ejemplo de sostenibilidad, su estrategia parece orientada a mejorar su reputación ante un mercado donde estan perdiendo relevancia y cada vez más exigente y amigable con el medio ambiente.
La caída en ventas de Finning arrastra a Caterpillar, ya que es el distribuidor número uno a nivel mundial
En una industria como la minera, con desafíos reales de descarbonización, este tipo de iniciativas deberían ser transformaciones profundas, no solo maquillaje corporativo, que en ocasiones como esta puede convertirse en un peligroso boomerang que gire en su contra, ya que hoy todo apunta a una minería con equipos eléctricos, autónomos, y con un alto compromiso real con el ecosistema.
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