Litio en Chile: Aurora Williams defiende el polémico acuerdo Codelco y SQM ante críticas
Por Amaranta Márquez
En medio de las recientes críticas y cuestionamientos políticos sobre el histórico acuerdo entre Codelco y SQM para la producción de litio, la ministra de Minería de Chile, Aurora Williams, aseguró enfáticamente que no ha existido opacidad en el proceso, aunque reconoció que ciertos aspectos comerciales permanecen confidenciales por su naturaleza.
Aurora Williams: «No hay opacidad en el acuerdo Codelco y SQM, solo confidencialidad comercial».
Respaldo oficial al acuerdo estratégico entre Codelco y SQM
Según la titular de la cartera, la toma de razón de este pacto por parte de la Contraloría General de la República marca un paso decisivo en la Estrategia Nacional del Litio (ENL) impulsada por el Gobierno, y permite posicionar a Chile como uno de los principales productores de este recurso estratégico a nivel global.
Williams explicó que, debido al carácter comercial y competitivo de ciertos detalles del convenio, no todos los aspectos pueden ser públicos, sin que ello implique una falta de transparencia. A su juicio, la protección de información sensible responde a estándares habituales en negociaciones de esta envergadura.
De la Estrategia Nacional del Litio a la ejecución operativa
La ministra subrayó que el acuerdo entre la estatal Codelco y la minera privada SQM no solo es un hito en la política minera chilena, sino que representa el “broche de oro” de una estrategia que contempló múltiples consultas, diálogos regionales e instancias de participación ciudadana para legitimar el proceso.
El pacto entre el gigante estatal y la privada SQM es el eje de la minería de litio 2026.
Además, Williams destacó que este acuerdo forma parte de una visión de largo plazo que busca asegurar una posición de ventaja competitiva para Chile en la producción de litio, apuntalando futuras inversiones y desarrollo tecnológico en el sector.
Respuestas técnicas frente a los cuestionamientos por opacidad
Los cuestionamientos sobre supuesta falta de transparencia han venido principalmente desde sectores políticos y algunos parlamentarios que han pedido mayor acceso a los términos de la negociación. Sin embargo, la ministra enfatizó que la toma de razón por parte de Contraloría, y las exigencias que esta estableció, refuerzan la legitimidad del proceso, más allá de la difusión pública de cada cláusula comercial.
Las operaciones en el Salar de Atacama son la clave del acuerdo Codelco y SQM.
En este contexto, Williams invitó a despolitizar el debate y centrar la discusión en el impacto estratégico del acuerdo para Chile, especialmente en un sector que enfrenta desafíos globales de oferta, demanda y transición energética.
El contrapunto legislativo: sombras sobre el pacto del litio
Lo que hay que entender es que la defensa de Williams choca de frente con un Congreso chileno que no adhiere al discurso oficial. La principal alarma que encienden los legisladores es el método de adjudicación: aseguran que el país se privó de una compulsa internacional de precios al cerrar un trato directo entre Codelco y SQM. Para la oposición, este «acuerdo de palabra» implica falta de transparencia y pone en duda si Chile realmente obtuvo la mejor tajada económica por su recurso más preciado.
La realidad es que el esquema de sociedad planteado genera más dudas que certezas en términos de soberanía financiera. Existe un temor fundado de que el Estado termine asumiendo los riesgos operativos de una actividad que Codelco no domina (la extracción en salares), mientras que el socio privado capitaliza los beneficios de una posición que debió haber sido licitada.
El hecho de que la Contraloría se haya corrido de las negociaciones preliminares por considerarlas un terreno «litigioso» dejó un vacío de fiscalización que hoy los diputados denuncian como una puerta abierta a las influencias políticas. En el Congreso están convencidos de que, sin una auditoría de hierro y con la posibilidad de que el conflicto termine en tribunales, el futuro del litio chileno está quedando atrapado en una red de intereses particulares que poco tienen que ver con el bienestar nacional.